Noveno Ejercito Frances. Emplazamiento: Rio Mosa, entre Namur, Belgica y Sedan, Francia.
Las unidades francesas, resisten desesperadamente el violento ataque aleman.
En Paris, sede del Alto Mando Aliado, un cúmulo de ordenes y contraordenes se suceden sin interrupcion, la desorientacion comienza a desorganizar las filas aliadas.
Llegan las informaciones del frente del 9° Ejercito, la situacion es insostenible, se hace imprescindible un cambio de comando, de inmediato parten las ordenes. El General Henri Giraud, comandante del 7° Ejercito, debera hacerse cargo del 9°.
El General Giraud, acompañado de su Estado Mayor, parte de inmediato, la minuscula columna de vehiculos, que los conduce, avanza a toda velocidad, dos horas despues, los vehiculos se detienen ante las puertas del cuartel, sede del comando del 9° Ejercito, Giraud desciende, camina unos cuantos pasos y se detiene, los oficiales que lo siguen no pueden ocultar su asombro, frente a ellos en posicion de firmes, soldados alemanes los reciben, haciendo el saludo militar, un oficial aleman se adelanta, entrechoca los talones y saluda, sin abandonar la posicion de firme, dice con voz fuerte:
- ¡Es usted nuestro prisionero, señor general...!
Con el asombro pintado en el rostro, el General Giraud se dirige al interior del comando, todo ha terminado para el.
Un oficial que lo sigue interroga con la mirada al teniente aleman que los acompaña y la respuesta no se hace esperar:
-Han tenido ustedes mala suerte, el anterior comando del 9° Ejercito abandono la region hace media hora, quince minutos despues llegamos nosotros, hubiera sido una falta de consideracion no esperarlos...
Asi en forma tragicomica, el General Giraud marcha al cautiverio.
Y esta es solo la primera aventura de este General frances.
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